¿Qué es la sombra?
Se tiende a pensar o percibir la “sombra” como los aspectos negativos, generando una especie de miedo colectivo a mirar esta parte de nosotr@s. Pero lo cierto, es que desde la simbología la sombra son todos aquellos aspectos de un@ mism@ que no son aceptados conscientemente, o bien no los identificamos como parte de nuestra vida y personalidad. Todo aquello que solemos decir “está allá en el otro” o “eso no está en mí” es la sombra. En la sombra pueden haber emociones u otros fenómenos humanos que debido a una determinada estructura familiar, social o religiosa, se consideran “malos”, “inaceptables” o “no válidos”.
Voy a dar un ejemplo con la rabia. Si no reconozco la rabia en mi mism@, esta quedará en la “sombra”. Ahora ¿qué implica no reconocer? implica que ante cualquier situación donde se manifieste rabia, voy a querer salir arrancando para no enfrentarla, justificaré todas mis acciones para no haber defendido algo que creía necesario o injusto, no tendré la fuerza para sostener momentos de tensión, consideraré que el otro es una “muy mala persona por defenderse”, mi lenguaje tenderá a decir “esa no es la forma” y lo que devela es un “no soy capaz de sostener el conflicto así que no quiero verla (ni afuera ni adentro) porque como yo reprimo mi rabia entonces no me parece que tú seas capaz de manifestarla”. Entonces en definitiva lo que haremos será reprimir y no aceptar que esas cualidades habitan tanto en ti como en mí, y cuando reprimimos, se pueden generar consecuencias mucho más profundas, por ejemplo enfermarnos, no lograr ver los puntos ciegos de mi propio comportamiento, irme a un exceso de eso que no reconozco, porque no me he permitido habitarlo.
¿Qué cosas pueden ser parte de nuestra sombra?
Aquí di un ejemplo con la rabia que es una emoción socialmente reprimida y no valorada, pero también sucede con la tristeza, todo el mundo espera que estés siempre bien, y cuando no lo estás en vez de acompañarte te dicen “deja de llorar o no estés triste”, también sucede con otras cosas en nuestra vida. Estos son sólo algunos aspectos que he visto en mi misma y en las personas que acompaño, pero pueden haber muchísimos más. Otro ejemplo: alguien podría no considerarse tiern@, entonces la ternura o la suavidad quedan en la sombra y esto hará que no se permita recibir cuidado de otr@s, que no sepa cómo reaccionar cuando un@ otr@ quiere ser tiern@ y amable, no sabrá darse espacio para cuidarse o para cuidar a otr@; y todas esas acciones que tiene la persona por no aceptar su propia ternura, podrán después tener consecuencia en su equilibrio integral (cuerpo, emoción y mente).
En la sombra pueden haber emociones, como las que comenté, pueden haber deseos, formas de pensar, formas de mirar la vida, formas de indentificarme, deseos de amor que no acepto, deseos sexuales, pensamientos destructivos, y también pueden haber habilidades o dones de los que no queremos hacernos cargo.
Ahora, es importante aquí mencionar los juicios o creencias, que tod@s tenemos y que es inevitable que ocurran, la diferencia está en cómo los uso para moverme en el mundo. Según cómo creemos que son las cosas, es lo que va determinando lo que queda en la sombra, nuestras creencias nos dan un filtro de la realidad, que no es la realidad misma, es sólo una parte de ella, es decir “el mapa no es el territorio”. Veamos la envidia: si yo creo que la envidia es mala, me juzgaré a mi mism@ y a los demás según eso, por lo tanto cuando sienta envidia ¿qué haré? primero me diré “no, qué mala persona soy por sentir esto, yo no soy ni seré así” y me reprimo, ya después de haber sentido enviada otras veces y haberme reprimido, me convenceré de que “yo no siento envidia, porque yo soy una persona buena” y luego después de llegar a ese convencimiento, simplemente no podré conectar ni comprender por qué me afecta que un@ otr@ tenga algo que yo quiero, no podré darme cuenta que en realidad estoy deseando que no lo tenga, y al no verlo, no podré hacer nada, no podré encauzar esa energía o preguntarme “bueno, acepto que estoy sintiendo envida ¿por qué no estoy queriendo que otr@ tenga aquello? ¿cuál es mi dolor con la abundancia que estoy viendo en el/la otr@? ¿qué pasa con mi propia abundancia? ¿será que creo que no es posible para mí?”
Entonces fíjense lo distinto que es pararse desde “yo no soy esto”, a decir “vale, ya está, me está pasando ¿para qué? ¿qué estoy necesitando aprender de esto?”. Cuando damos esta vuelta de tuerca, tenemos más posibilidades de integrar la sombra, y ¿qué significa integrar la sombra? es ponerle luz o develar nuestro verdadero dolor o limitación.
Hay un mundo de posibilidades de autoconocimiento que se abren cuando nosotr@s somos capaces, primero de aceptar la sombra, para luego decir “pues bien vamos a mirar de frente lo que hay en esta oscuridad para transformarla en luz”.
Entonces el punto al que quiero llegar es que no voy a poder valorar la luz, mientras no sea capaz de mirar mi sombra; no voy a poder integrar y crear algo nuevo en mi vida, si no pongo los ojos primero en lo que me puede estar impidiendo llegar a eso que yo quiero. ¿Qué no estoy viendo? ¿quién estoy siendo? ¿cuáles son mis dolores?.
¿Cómo se manifiesta en los sueños?
Para mirar la sombra, uno de tantos caminos es tomar nuestros sueños. Los sueños nos brindan un material gigante de información y muy profundo. Dado que no interviene la mente consciente, que es la que puede controlar, se nos pueden mostrar las cosas tal cual como son a nivel psíquico, es decir, los sueños nos hacen sincer@s.
Los sueños nos llevan a mirar y trabajar la sombra, lo que no queremos ver, lo que no queremos aceptar, aquello a lo que “hacemos el quite”; justamente porque en los sueños se manifiesta una sabiduría individual inconsciente y también espiritual.
Mirar la sombra podría no ser fácil, usualmente no lo es, tiende a haber temor de explorar esos aspectos, pero esa oscuridad es la fuente de donde puede emerger la luz más brillante de nuestro Ser.
En los sueños, la sombra puede aparecer como otra persona de similar edad; podría ser un personaje totalmente desconocido o también podría aparecer bajo la forma de un@ herman@, un@ prim@, un@ amiga. Qué tan conocido nos sea ese personaje, nos dará información de qué tan consciente la tenemos.
Otro elemento que puede denotar un acercamiento a la sombra, es soñar con adentrarse en un sótano, en algo que está bajo el nivel del suelo, ya que simbólicamente se relaciona con adentrarnos en lo inconsciente, en lo oscuro, en lo que hemos acumulado o hemos querido olvidar.
También podemos identificar la sombra en situaciones en los sueños, en las cuales si comparamos nuestro comportamiento del sueño con el de la vida consciente, hay diferencias notoriamente grandes. Por ejemplo, hacemos algo en los sueños que por nada del mundo haríamos despiert@s, ya sea por vergüenza o por miedo, porque transgrede nuestros valores personales o sociales, esto podría ser: tener sexo en público, tener sexo con nuestr@ padre/madre o herman@s; matar y no sentir remordimiento; o hablar frente a un público inmenso sin sentir nerviosismo cuando en la realidad no podemos ni siquiera tomar un micrófono para un karaoke.
Los sueños donde se manifiesta la sombra, suelen ser sueños que nos dejan una sensación inquietante respecto a nosotr@s mism@s, nuestro actuar, o el de algún personaje.
Cuando tenemos este tipo de sueños, como no son agradables o asimilables, evitamos mirarlos, intentamos olvidarlos lo antes posible y decimos “qué alivio que sólo fue un sueño” y se va al olvido. Bueno pues yo les invito a hacer lo contrario, les invito a mirarlos, a revivirlos y recordarlos con lujo de detalles, a escribirlos para que puedan releerlos una y otra vez hasta que empiecen a detectar “¿qué de mi no estoy viendo o aceptando?”.
Por ello la importancia de llevar un diario de sueños, totalmente personal, al que nadie tenga acceso, para que podamos escribir justamente aquellos sueños que nos desagradan o avergüenzan, porque así podremos mirarlos con consciencia.
¿Qué podemos hacer para trabajar la sombra utilizando los sueños?
Mis recomendaciones para trabajar la sombra utilizando los sueños:
- Llevar un diario de sueños para poder anotar todo tipo de sueños, o también podemos dejar un diario aparte para escribir solo los sueños de la sombra. En este diario vamos a registrar el relato, la fecha del día en que despiertas, notas y observaciones, y el título.
- Cuando ya tengamos varios sueños de la sombra, releemos las historias y vamos identificando todos aquellos símbolos o patrones que se repiten, luego evalúa si han ido cambiando, por ejemplo si han ido perdiendo protagonismo (eso podría ser un indicador de avance) o si ha aumentado su importancia o ha cambiado su actitud o tu actitud frente a ellos.
- También podemos tomar la historia del sueño y cambiarle el final, ¿cómo nos gustaría que terminara ese sueño?. Ello nos va ayudar a conectar con la transformación necesaria para el equilibrio.
- Establecer la relación con nuestro proceso de vida ¿en qué se diferencia el yo del sueño con el de la vida consciente? ¿cuál es mi nivel de rechazo a eso que me muestra el sueño? ¿puedo comenzar al menos a aceptar que una parte de mí sí desea comportarse así?
- Si descubrimos que el sueño te invita a conversar con alguien, llevemos esa acción a cabo, concretemos.
- Si identificamos el tema del que nos habla el sueño, podemos hacer algo artístico con ello, por ejemplo pintar o simplemente escribir sobre ese tema, dejando que salga lo que verdaderamente pensamos y sentimos. Unos días después podemos analizar lo escrito y ver dónde puede estar anclado ese tema o comportamiento.
- También se pueden realizar actos de psicomagia para sanar o ponerle luz a la sombra. Ej: prender una vela diciendo “escojo ponerle luz a mi sombra y mirarla para sanar”. Esto puede ser antes de una meditación o bien para intencionar un nuevo sueño que nos muestre cómo integrar la sombra de forma equilibrada.
- Dialogar/meditar con los personajes oníricos.
- Buscar acompañamiento profesional (terapias complementarias, terapia psicológica, coaching de vida), para que sea más efectivo y poder tener asistencia en el proceso, hacerlo más llevadero.
El objetivo final de trabajar con la sombra, es integrar, y esto se logra mediante la aceptación de que como seres humanos, en nosotr@s está contenido el Universo entero y todas sus posibilidades, de luz y de sombra, sería como decir, en mí habita la persona que ama a todos y (ojo no “pero”) la persona que a veces odia a los “malos” del cuento; está la persona que puede mirar las cosas desde una perspectiva espiritual, y también la que a veces no comprende el actuar de otr@s o su propio actuar.
Necesitamos comprender que esos aspectos de nosotr@s mism@s que yacen en potencia, no me hacen menos valorable, no me hacen “mala persona”, no me hacen mejor ni peor, simplemente son parte de mi y ya. Cuando vienen esas cosas que no me gustan y me doy cuenta, lo primero que hago es decirme “ok, sí, reconozco que eso me está pasando” y lo suelto, después lo vuelvo a mirar para ir viendo de a poquito qué dice de mí y qué puedo aprender. Ustedes pueden probar lo mismo y me cuentan cómo les va.
arquetipo de la sombraarquetiposautoconocimientointegracióninterpretación de sueñosla sombramundo oníricosimbología